Arxius de Miscel·lània Zoològica. Volume 16 (2018) Pages: 96-111
Listado ictiofaunístico de las bahías del Parque Nacional Huatulco, Oaxaca, México
Juárez-Hernández, L. G., Tapia-Garcia, M.
DOI: https://doi.org/10.32800/amz.2018.16.0096Download
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Juárez-Hernández, L. G., Tapia-Garcia, M., 2018. Listado ictiofaunístico de las bahías del Parque Nacional Huatulco, Oaxaca, México. Arxius de Miscel·lània Zoològica, 16: 96-111, DOI: https://doi.org/10.32800/amz.2018.16.0096-
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- 27/12/2017
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- 16/05/2018
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- 29/05/2018
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Abstract
Ichthyofaunistic checklist of the bays of Huatulco National Park, Oaxaca, Mexico
We determined the composition of ichthyofauna of the bays of Huatulco National Park using the the visual census technique for 351 ten-meter-long transects between January 2009 and December 2010. Eighty-nine species belonging to 69 genera and 42 families were identified. The most frequently represented families, according to numbers of species, were Pomacentridae, Labridae and Carangidae, and the most numerous genera were Haemulon, Halichoeres and Scarus. Acanthurus triostegus, Bothus constellathus, Chaetodipterus zonatus, Hemicaranx leucurus, Microlepidotus brevipinnis and Xenichthys xanti were recently recorded for the first time in the study area. The presence of Chaenomugil proboscideus, Narcine entemedor and Pseudobatos leucorhynchus in the Huatulco Bays is confirmed. The fish community in the Huatulco Bays was most similar to those in Panama and Costa Rica.
Data published through GBIF (doi:10.15470/eb4hrm).
Key words: Ichthyofauna, Huatulco National Park, Visual census, Labridae, Acanthurus triostegus
Resumen
Listado ictiofaunístico de las bahías del Parque Nacional Huatulco, Oaxaca, México
Se determinó la composición íctica de las bahías del Parque Nacional Huatulco con la técnica de censos visuales mediante 351 transectos de una longitud de 10 m efectuados entre enero de 2009 y diciembre de 2010. Se identificaron 89 especies pertenecientes a 69 géneros y 42 familias. Las familias Labridae, Pomacentridae y Carangidae integraron el mayor número de especies y los géneros mejor representados fueron Haemulon, Halichoeres y Scarus. Las especies Acanthurus triostegus, Bothus constellathus, Chaetodipterus zonatus, Hemicaranx leucurus, Microlepidotus brevipinnis y Xenichthys xanti representan nuevos registros para las bahías de Huatulco y se confirma la presencia de Chaenomugil proboscideus, Narcine entemedor y Pseudobatos leucorhynchus en las mismas. La comunidad íctica de dichas bahías presenta mayor similitud con las comunidades ícticas de Panamá y Costa Rica.
Datos publicados en GBIF (doi:10.15470/eb4hrm).
Palabras clave: Ictiofauna, Parque Nacional Huatulco, censos visuales, Labridae, Acanthurus triostegus
Resum
Llista ictiofaunística de les badies del Parc Nacional Huatulco, Oaxaca, Mèxic
Es va determinar la composició íctica de les badies del Parc Nacional Huatulco amb la tècnica de censos visuals mitjançant 351 transsectes d’una llargada de 10 m portats a terme entre gener de 2009 i desembre de 2010. Es van identificar 89 espècies pertanyents 69 gèneres i 42 famílies. Les famílies Labridae, Pomacentridae i Carangidae van integrar el nombre més gran d’espècies i els gèneres més ben representats van ser Haemulon, Halichoeres i Scarus. Les espècies Acanthurus triostegus, Bothus constellathus, Chaetodipterus zonatus, Hemicaranx leucurus, Microlepidotus brevipinnis i Xenichthys xanti representen nous registres per a les badies de Huatulco i s’hi confirma la presència de Chaenomugil proboscideus, Narcine entemedor i Pseudobatos leucorhynchus. La comunitat íctica d’aquestes badies presenta més similituds amb les comunitats íctiques de Panamà i Costa Rica.
Paraules clau: Ictiofauna, Parc Nacional Huatulco, censos visuals, Labridae, Acanthurus triostegus.
Dades publicades a GBIF (doi:10.15470/eb4hrm).
Introducción
En México se han decretado 182 áreas naturales protegidas de carácter federal, 66 de las cuales pertenecen a la clase de Parque Nacional. En esta categoría se agrupan áreas destinadas a la protección de los ecosistemas que, por su representatividad en biodiversidad a escala nacional, reúnen condiciones de especial valor natural. Este es el caso del Parque Nacional Huatulco (PNH), ubicado en la costa del estado de Oaxaca, que fue establecido en 1998 por decreto presidencial, manifestando que la selva baja caducifolia, los arrecifes coralinos y los manglares son ecosistemas prioritarios para la conservación (D.O.F., 1999; CONANP, 2003). Específicamente respecto a los arrecifes coralinos, diversos estudios destacan que esta zona alberga una mayor riqueza de especies de equinodermos, corales pétreos y peces que otras áreas naturales protegidas localizadas en el Pacífico central mexicano (Tapia-García y Juárez-Hernández, 2006; López-Pérez et al., 2010; 2014).
Los arrecifes coralinos de esta zona han sido considerados como un sitio atípico dentro del Pacífico mexicano por su alta diversidad y alta cobertura de especies coralinas (Reyes-Bonilla y López-Pérez, 1998; López-Pérez y Hernández-Ballesteros, 2004). En términos generales se ha estimado que el número de especies de peces de las de bahías de Huatulco oscila entre 89 y 150, lo que denota su relevancia en el Pacífico mexicano y centroamericano (Tapia-García y Juárez-Hernández, 2006; López-Pérez et al., 2010; 2014; Juárez-Hernández y Tapia-García, 2017).
La categorización de esta zona como parque nacional supone que el principal objetivo es la conservación y preservación, si bien la interacción con actividades recreativas, el turismo y el aprovechamiento de los recursos naturales contempladas en su definición constituyen diversas y serias amenazas para la integridad y biodiversidad de estos ecosistemas. En los últimos años se ha presentado un incremento significativo de la urbanización y del desarrollo de infraestructura turística y, por ende, del turismo, lo que se ha manifestado en problemas de calidad ambiental y contaminación (Magaña-Melgoza y Vega-González, 1991) determinando una creciente degradación (López-Pérez et al., 2002; López-Pérez y Hernández-Ballesteros, 2004), daño considerable a las comunidades coralinas y mortalidad coralina determinada por la urbanización y el desarrollo costero (CONANP, 2003; Granja-Fernández y López-Pérez, 2008), lo que ha provocado cambios en la composición y estructura íctica, así como en la conducta de los peces (Juárez-Hernández y Tapia-García, 2017).
Ante este panorama, el presente trabajo tiene como objetivo principal establecer la composición íctica de las bahías de Huatulco, así como brindar elementos de su afinidad biogeográfica, contribuyendo con esto a la información existente. Específicamente, la generación de listados bióticos es una necesidad imprescindible para generar las estrategias y políticas idóneas para la protección, conservación y manejo de los recursos naturales, ya que mediante las mismas se construye el entendimiento científico de dicha riqueza y del proceso se derivan, tarde o temprano, numerosos beneficios sociales (Cristín y Perrilliat, 2011; Zapata y Robertson, 2007; Plascencia et al., 2011).
Material y métodos
El Parque Nacional Huatulco se localiza en la parte central de la costa de Oaxaca (15° 40’ 48” y 15° 45′ 36” N, 96° 14′ 24” y 96° 07′ 13” O, fig. 1). Las características oceanográficas de la zona de estudio durante el verano y otoño están determinadas por la corriente Costera de Costa Rica, la cual llega al golfo de Tehuantepec con aguas superficiales de temperatura superior a 25 °C (Trasviña et al., 1999), mientras que en invierno y primavera la corriente de California es predominante con temperaturas que oscilan entre 12 y 18 °C (Fiedler, 1992). La cobertura coralina de la zona es de aproximadamente 45.9 hectáreas y está compuesta por 17 arrecifes bordeantes y 11 especies de corales hermatípicos (Glynn y Leyte-Morales, 1997; López-Pérez y Hernández-Ballesteros, 2004; Tapia-García et al., 2007; López Pérez et al., 2014).
La caracterización de la comunidad de peces conspicuos se realizó a través de la técnica de censos visuales empleando transectos en banda (Sale y Douglas, 1981) de una longitud de 10 m a una profundidad mínima de un metro y máxima de 10 metros. En total se realizaron 351 transectos, efectuados por las mismas personas y en los mismos sitios entre enero de 2009 y diciembre de 2010. Las especies censadas fueron identificadas de acuerdo con los trabajos de Allen y Robertson (1998) y Amezcua-Linares (2009), y para el arreglo taxonómico se consideró lo propuesto por Nelson (2006). Se realizó una consulta de los antecedentes específicos para el área de estudio que incluyó publicaciones (Ramírez-Gutiérrez et al., 2007; López-Pérez et al., 2008, 2010, 2012, 2014; Juárez-Hernández et al., 2013), tesis (Juárez-Hernández, 2008; Ramírez-Gutiérrez, 2010; Ramos-Santiago, 2004), informes (Tapia-García y Juárez-Hernández, 2006) y consulta en línea de colecciones de peces mediante el Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad (SNIB) de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) a fin de contrastar la presencia de las especies observadas. La distribución geográfica de las especies se verificó en las bases de datos Fishbase (Froese y Pauly, 2017) y Sistema de Peces del Pacífico Oriental (Robertson y Allen, 2008). Para el análisis de afinidad biogeográfica se consideraron las provincias propuestas por Robertson y Cramer (2009) así como Briggs y Bowen (2012).
Para obtener una aproximación del número de especies que se pueden registrar en las bahías de Huatulco se construyeron curvas de acumulación de especies (Colwell y Coddington, 1994), mediante los estimadores de riqueza no paramétricos (Chao1, Jacknife1, Jacknife2, Bootstrap). Las curvas se construyeron con 10,000 aleatorizaciones mediante el programa EstimateS v8.2 (Colwell, 2006). Con los valores máximos calculados de riqueza se determinó el porcentaje de representatividad del estudio (Soberón y Llorente, 1993).
Finalmente se analizó la similitud de la ictiofauna de las bahías de Huatulco respecto a otras localidades de arrecifes del Pacífico central mexicano y centroamericano. Para realizar este análisis se consultaron trabajos que emplearon el método de censos visuales en zonas de arrecifes del Pacífico mexicano como Puerto Ángel, Oaxaca (López-Pérez et al., 2012), Zihuatanejo (López-Ortiz, 2007) y Acapulco, Guerrero (Palacios-Salgado, 2005), bahía de Chamela y Tenacatita, Jalisco (Galván-Villa et al., 2011, 2016); isla Isabel, Nayarit (Galván-Villa et al., 2010); isla Socorro, Colima (Chávez-Comparan y Macías Zamora, 2006; Chávez-Comparán et al., 2010) y el Pacífico centroamericano como Panamá (Dominici-Arosemena y Wolff, 2006; Benfield et al., 2008), Costa Rica (Dominici-Arosemena et al., 2005; Espinoza y Salas, 2005; Myers et al., 2011) y Colombia (Gómez y Vieira, 1996). Con los datos de presencia y ausencia de las diferentes especies se construyó una matriz que se analizó con el índice de similitud de Bray-Curtis (Clarke y Warwick, 1994). La representación gráfica se realizó mediante análisis de clasificación (dendrograma) con el método de agrupamiento de pares con la media aritmética no ponderada (UPGMA), mediante el paquete estadístico PRIMER v6 (Clarke y Gorley, 2006).
Resultados
Se identificaron un total de 89 especies pertenecientes a 69 géneros, 42 familias, 14 órdenes y dos clases (Elasmobranchii y Actinopterygii) (tabla 1, GBIF: doi:10.15470/eb4hrm). A este respecto, la clase Actinopterygii agrupó 36 familias y 11 órdenes, siendo el orden Perciformes el de mayor representación ya que presentó el mayor número de familias (19) y el mayor número de especies (59). Las familias mejor representadas fueron Pomacentridae, Labridae y Carangidae, cada una de ellas integrada por ocho especies. Los géneros de mayor representación fueron Haemulon, Halichoeres y Scarus con cuatro especies cada uno. Las especies Acanthurus triostegus, Bothus constellathus, Chaetodipterus zonatus, Hemicaranx leucurus, Microlepidotus brevipinnis y Xenichthys xanti representaron el primer registro de observación en estas bahías (tabla 1).
De acuerdo con la afinidad biogeográfica, se determinó que 49 especies se distribuyen en las provincias de California, Cortés y Panámica, mientras que 25 especies se distribuyen desde la provincia de California hasta la provincia Peruana-Chilena (PC, PCo, PP, PPC). Del resto de especies, se determinó que 21 son anfipacíficas, ocho son circumtropicales y dos anfiamericanas. Se señala que P. leucorhynchus, P. laticlavius y Quassiremus nothochir se distribuyen únicamente en las provincias de Cortés y Panámica. El número de especies determinado por los estimadores de riqueza varió entre 91 (Chao1) y 98 especies (Jacknife1) (fig. 2). De acuerdo con las especies registradas, se logró un inventario del 94 % de la riqueza estimada para el conjunto de localidades estudiadas.
El análisis de similitud indicó la formación de dos grupos. El primero de ellos reveló la mayor similitud de la ictiofauna de las bahías de Huatulco respecto a otras localidades del Pacífico centroamericano como bahía Honda y Las Perlas, en Panamá, o golfo de Papagayo, islas Catalinas y Playa Blanca, en Costa Rica (fig. 3). El segundo grupo se conformó por localidades del Pacífico central mexicano (p. ej.: Nayarit, Zihuatanejo y Jalisco). Es de destacar la baja similitud de la ictiofauna de las bahías de Huatulco respecto a la de Puerto Ángel, ya que ambas localidades se localizan en el estado de Oaxaca.
Discusión
En el área de estudio se identificaron un total de 89 especies de peces, correspondientes al 94% del inventario estimado de la ictiofauna de acuerdo con el esfuerzo de muestreo realizado, lo que sugeriría un porcentaje cercano a la riqueza real de especies (Soberón y Llorente, 1993). La extrapolación de la riqueza de especies mediante los estimadores empleados sugiere que la comunidad íctica del conjunto de bahías está integrada por más de 90 especies. En este sentido, al integrar las especies observadas e identificadas fuera de los puntos de muestreo (* en tabla 1), la ictiofauna de las bahías de Huatulco estaría conformada por 109 especies, coincidiendo con lo propuesto por Tapia-García y Juárez-Hernández (2006), así como por López-Pérez et al. (2010, 2012). Al efectuar un análisis de estos resultados en conjunción con el trabajo de López-Pérez et al. (2014), la ictiofauna para la zona de estudio estaría conformada por más de 165 especies, representando más del 33 % de la riqueza íctica marina estimada para el estado de Oaxaca (Del Moral-Flores et al., 2017) y el 13 % de la riqueza íctica reportada para el Pacífico Oriental Tropical (Zapata y Robertson, 2007).
El número de especies de peces determinado en el presente trabajo fue superior al reportado para otras localidades del Pacífico mexicano como Acapulco, Zihuatanejo, Michoacán, Colima, Jalisco y Nayarit (Leyte-Morales y López-Ortiz, 2004; Palacios-Salgado, 2005; Solís-Gil y Jiménez-Quiroz, 2006; Chávez-Comparan y Macías-Zamora, 2006; López-Ortiz, 2007; Galván-Villa et al., 2010, 2011; Calderón-Aguilera, 2012; Rojas-Herrera et al., 2012), así como para otras regiones del Pacífico como Costa Rica (Dominici-Arosemena et al., 2005; Salas y Alvarado, 2008; Myers et al., 2011), Panamá (Dominici-Arosemena y Wolff, 2006; Benfiel et al., 2008) y Colombia (Gómez y Vieira, 1996; Mar-Palacios y Zapata, 2011). Es importante destacar que esta comparación se efectuó con trabajos que emplearon la misma técnica de muestreo (censos visuales) en zonas de arrecifes. La mayor riqueza de especies de peces determinada en el presente estudio se corresponde probablemente con las características de las comunidades coralinas de las bahías de Huatulco, que han sido consideradas como las de mayor relevancia del Pacífico mexicano por su alta riqueza de especies de coral (Reyes-Bonilla y López-Pérez, 1998; López-Pérez y Hernández-Ballesteros, 2004), así como por la cobertura de coral vivo, que se considera superior respecto a otras comunidades coralinas del Pacífico mexicano y, muy probablemente, la más alta dentro del Pacífico Oriental (López-Pérez y Hernández-Ballesteros, 2004). Ambos atributos (cobertura coralina y riqueza de especies coralinas) se consideran como los de mayor influencia en la determinación del número de especies y abundancia de peces, ya que conforman una mayor heterogeneidad del hábitat, así como un complejo marco de microhábitats que proporcionan un mayor número de recursos y refugios (Munday, 2000; Nanami y Nishihira, 2002; Nanami et al., 2005). Es importante considerar también que las diferencias encontradas respecto al número de especies de peces respondan a diferentes esfuerzos de muestreo.
Las familias Pomacentridae, Labridae y Carangidae fueron las mejor representadas en cuanto a número de especies. Este patrón es consistente con el encontrado en las bahías de Huatulco (Tapia-García y Juárez-Hernández, 2006; Ramírez-Gutiérrez et al., 2007; López-Pérez et al., 2008, 2010, 2012, 2014; Juárez-Hernández et al., 2013), así como en otras regiones del Pacífico central mexicano como Acapulco, Zihuatanejo, Jalisco, Nayarit y Colima (Palacios-Salgado, 2005; Chávez-Comparan y Macías-Zamora, 2006; López-Ortiz, 2007; Chávez-Comparán et al., 2010; Galván-Villa et al., 2010, 2011), golfo de California (Villareal-Cavazos et al., 2000; Barjau et al., 2012) y Pacífico centroamericano como Costa Rica, Panamá y Colombia (Gómez y Vieira, 1996; Dominici-Arosemena et al., 2005; Espinoza y Salas, 2005; Dominici-Arosemena y Wolff, 2006; Benfiel et al., 2008; Myers et al., 2011).
De acuerdo con el análisis biográfico se podría mencionar que la ictiofauna de las bahías de Huatulco está integrada en su mayoría por el componente tropical (PP), seguido del componente templado (PC, PCo y PPC), coincidiendo con lo propuesto por López-Pérez, (2013), así como con lo indicado por Del Moral-Flores et al. (2017) para el estado de Oaxaca. Es importante denotar que, de acuerdo con lo propuesto por Robertson y Cramer (2009), P. leucorhynchus, P. laticlavius y Quassiremus nothochir podrían considerarse como endémicas del POT ya que únicamente se distribuyen en las provincias de Cortés y Panámica.
Respecto a las especies que en el presente se consideraron como nuevos registros (B. constellathus, C. zonatus, H. leucurus, M. brevipinnis, X. xanti), así como aquellas que han sido escasamente registradas (N. entemedor, P. leucorhynchus; C. proboscideus y G. speciosus; H. niphobles, L. colorado) en las bahías de Huatulco, se indica que han sido colectadas en el estado de Oaxaca (CIDOAX-IPN, DIGADOC-P Colección Ictiológica, SAM Fish Collection, UAMI Colección Ictiológica) y que se encuentran dentro del listado de la ictiofauna marina del estado de Oaxaca (Del Moral-Flores et al., 2017). En este sentido, el único caso del que no se tiene registro para el estado de Oaxaca es A. triostegus, aunque se cuenta con observaciones para el Pacífico central mexicano (Chávez-Comparán et al., 2010; Galván-Villa et al., 2010, 2011, 2016; López-Pérez, 2013).
López-Pérez et al. (2010) sugieren que existe una identificación incorrecta de Abudefduf concolor, Stegastes rectifraenum y Pareques viola en el área de estudio ya que, de acuerdo Allen y Robertson (1998) refieren que no se distribuyen en el Pacífico central mexicano. Respecto A. concolor, Allen y Robertson (1998) indican que se distribuye del El Salvador a Perú, por lo que López-Pérez et al. (2010) sugieren que la especie identificada en el área de estudio como A. concolor es A. declivifrons, la cual se distribuye del golfo de California a Costa Rica (Allen y Robertson, 1998; Froese y Pauly, 2017). Sin embargo, en las bahías de Huatulco A. concolor es una de las especies con mayor frecuencia de ocurrencia (Tapia-García y Juárez-Hernández, 2006; Ramírez-Gutiérrez et al., 2007; Juárez-Hernández et al., 2013; López-Pérez et al., 2014), así como en otras localidades del Pacífico mexicano como Nayarit (González-Díaz y Soria-Barreto, 2013), Michoacán (Madrid-Vera et al., 1998) e isla San José en el golfo de California (Barjau et al., 2012), lo que coincide con lo referido por Amezcua-Linares (2009), quien colectó e identificó a A. concolor en diversas localidades del Pacífico mexicano concluyendo que esta especie está ampliamente representada en el mismo y que su distribución comprende desde Baja California hasta Perú, correspondiendo con su colecta en Nayarit (EBMP-INP Colección Ictiológica) y Jalisco (CNPE Colección Nacional de Peces). Una situación similar se presenta con Stegastes rectifraenum, para la que Allen et al. (2010) refieren que su distribución se restringe del Golfo de California a Guerrero, por lo que los registros de esta especie en el Pacífico central mexicano son comúnmente confundidos con S. flavialatus o bien S. acapulcoensis. Sin embargo, S. rectifraenum es comúnmente censada en la zona de estudio (Tapia-García y Juárez-Hernández, 2006; Ramírez-Gutiérrez et al., 2007; López-Pérez et al., 2008; 2012; 2014; Hernández y Altamirano-Cerecedo, 2016) y se encuentra en la lista en la ictiofauna del estado de Oaxaca (Del Moral-Flores et al., 2017). Lo anterior denota una necesidad imperante de efectuar la colecta de las especies indicadas en el área para esclarecer su identificación.
López-Pérez et al. (2010) indican que la especie identificada como P. viola es en realidad Pareques sp. A, ya que la primera únicamente se distribuye de Panamá a Perú (Allen y Robertson, 2008), sin embargo, P. viola se distribuye desde el golfo de California hasta Perú (Chao, 1995; Del Moral-Flores et al., 2013; Froese y Pauly, 2017), y se ha colectado en Michoacán (CPUM Colección de Peces) y Nayarit (EBMP-INP Colección Ictiológica), lo que se corresponde con la identificación de esta especie en el área de estudio (Ramos Santiago, 2004; Tapia García y Juárez Hernández, 2006; López-Pérez et al., 2008, 2014; Juárez-Hernández y Tapia-García, 2017), así como en otras localidades del Pacífico mexicano como el golfo de California, Nayarit, Colima, Jalisco y Michoacán (Moncayo-Estrada et al., 2006; Chávez-Comparan et al., 2010; López-Martínez et al., 2010; Galván-Villa et al., 2011; Calderón-Aguilera, 2012; González-Díaz y Soria-Barreto, 2013). En este sentido, también se ha señalado que la especie identificada como P. viola sea P. fuscovittatus, que presenta una distribución específica en el Pacífico central mexicano (Chao y Espinosa, 2010; Froese y Pauly, 2017), aun cuando esta última es característica de profundidades superiores a 70 m (Robertson y Allen, 2008; Chao y Espinosa, 2010) por lo que su censo en los trabajos en la zona de estudio sería poco probable ya que en su mayoría los transectos se efectuaron a profundidades no superiores a 20 m.
López-Pérez et al. (2010) registró a Chaenopsis coheni en las bahías de Huatulco, por lo que Del Moral-Flores et al. (2017) la integra en el elenco sistemático íctico del estado de Oaxaca. Sin embargo, se destaca que este registro se considera controvertido para el área de estudio, ya que esta especie ha sido catalogada primariamente como endémica del golfo de California (Villareal-Cavazos et al., 2000; Del Moral Flores et al., 2013), mientras que Dominici-Arosamena et al. (2010), así como Froese y Pauly (2017), refieren que su distribución se restringe a la provincia de Cortés. Lo anterior se corrobora con la ausencia de esta especie en la zona de estudio (Ramos-Santiago, 2004; Tapia-García y Juárez-Hernández, 2006; Ramírez-Gutiérrez et al., 2007; Juárez-Hernández et al., 2013; Juárez-Hernández y Tapia-García, 2017) y en otras localidades del Pacífico central mexicano (Madrid-Vera et al., 1998; Palacios-Salgado, 2005; Chávez-Comparan et al., 2010; Galván-Villa et al., 2010, 2011; González-Díaz y Soria-Barreto, 2013). Sin embargo, es importante considerar lo mencionado por Galván-Magaña et al. (2000), quienes refieren que algunas especies pertenecientes a la provincia de Cortés (principalmente de las familias Chaenopsidae, Gobiesocidae, Labrisomidae, Blennidae y Tripterigidae) se encuentran en un aparente proceso de dispersión por lo que son registradas ocasionalmente en localidades del Pacífico central mexicano y centroamericano.
Reyes-Bonilla y López-Pérez (1998) mencionan que la composición de especies de las comunidades coralinas presenta una gran afinidad taxonómica con las de Centroamérica (Panamá y Costa Rica), siendo resultado de su cercanía espacial así como de la acción de la corriente costera de Costa Rica, la cual promueve la dispersión de larvas hacia el Pacífico mexicano (Fiedler, 1992; Glynn et al., 1996). De manera similar, el análisis de similitud realizado reveló que las comunidades ícticas de Huatulco presentan mayor similitud con las de Panamá y Costa Rica que con las del Pacífico central mexicano (Acapulco, Jalisco, Colima, Zihuatanejo, Nayarit), siendo concordante con lo referido por Robertson y Cramer (2009), quienes indican que los componentes ícticos del sur del Pacífico mexicano son más similares a los encontrados en Centroamérica. Esta situación indicaría, de manera similar a las comunidades coralinas, la influencia de la cercanía espacial así como el efecto de la corriente costera de Costa Rica en el transporte de larvas de peces hacia el Pacífico central mexicano. A este respecto, López-Pérez et al. (2014) refieren que las bahías de Huatulco son la puerta de entrada de especies provenientes de América Central.
Se puede concluir que la diversidad íctica de las bahías de Huatulco es alta ya que representa más del 33 % de la ictiofauna marina para el estado de Oaxaca. La ictiofauna de la zona tiene una predominancia de especies características de aguas tropicales, indicándose una mayor similitud con la ictiofauna del Pacífico centroamericano que con las del Pacífico central mexicano. Se destaca la necesidad de continuar con estudios que aborden la variación espacio-temporal de la ictiofauna con el objetivo de sentar bases pertinentes para su conservación y manejo ante el incremento del desarrollo de infraestructuras turísticas/urbanas y de las actividades inherentes a las mismas en el área de estudio.
Agradecimientos
Este trabajo se realizó a través del proyecto de investigación “Diagnostico ecológico de los sistemas acuáticos de México, como base para su gestión ambiental” del Departamento de Hidrobiología de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. Nuestro agradecimiento a las autoridades y personal del Parque Nacional Huatulco por su apoyo y disposición para la autorización y ejecución del presente estudio. Agradecemos a los revisores la relevancia de sus sugerencias para la mejora del trabajo.